Filomena, al menos por unos días, nos recordó que para disfrutar de grandes momentos no es necesario invertir mucho dinero, solo basta un par de disfraces de dinosaurios y una mesa de planchar como tabla de nieves para que comience la fiesta.
Para muchos -y a primera vista- es casi imposible pensar en una lista de cosas buenas que sucedieron en el 2020, pero si buscamos (o escarbamos) bien, estoy segura que encontraremos más de una.
Dicen que si deseamos algo con todas nuestras fuerzas, Dios, Buda, El Universo o el Capitán América puede hacerlo realidad, lo que no nos explican es que muchas veces este 'deseo cumplido' puede venir con algunas letras pequeñas.
He decidido celebrar la navidad. No a los niveles de poner un Papá Noel en mi baño, pero si a comprometerme en no ponerle malas caras a las personas que vea por la calle vistiendo jersey de muñecos de nieves y bastoncillos de caramelos
Pareciera que al cumplir 40 años comienzas a morir lentamente y debes convertirte en una hechicera –o bruja- para sortear todo que viene incluido cuando llegas a esta edad.
Con mis nuevos vecinos comencé a creer en el karma y que algo malo tuve que haber hecho de pequeña. Quizás ese juguete que no le presté a mi prima o haberle mentido a mi mamá diciéndole que iba a casa de una amiga a estudiar cuando en realidad estaba de fiesta.
Nace una conversación casual, entre una señora española de avanzada edad -que camina con ayuda de andadera- y yo. Le resulto simpática y hasta le inspiro algo de confianza para que, de forma cercana y bajando un poco su tono... Seguir leyendo →
Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer y no hace 20 años. Llovía y me fui al lugar de la cita con dos amigas más de la universidad. Un lobby antecedía la habitación y hasta ahí pudieron acompañarme. Quería... Seguir leyendo →