Este cumpleaños ha sido un tanto diferente.

Mi país –Venezuela– se encuentra sumido en una de las más terribles crisis jamás antes vivida, aunado a la desaparición física de mi padre. Ante este panorama, muchos de mis afectos me han expresado que es muy difícil sonreír con esto a cuesta y que entendían si me llegara a sentir triste.

Con la mano en el corazón puedo decirles que  este año aprendí muchas cosas, entre ellas a sortear las vicisitudes y clasificarlas para que la risa no desapareciera del todo. También les confieso que no fue fácil y que no ha sido así desde el principio, pero el tiempo ha hecho un gran trabajo. Solo se trata de mantener la calma y confiar en que todo pasará.

Dicho esto,  hoy quiero compartir una nueva lista (hace un año exactamente publiqué ¨36 cosas que he aprendido a mis 36 años¨ https://lataparadigital.com/2016/06/29/36-cosas-que-he-aprendido-a-mis-36-anos/ ) como una demostración a mi misma que cada día suma y que la vida es una divinura de aprendizaje.

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37 cosas nuevas que aprendí a propósito de mi cumpleaños número 37:

1- ACEPTACIÓN: mientras menos resistencia se haga a los cambios o a situaciones intensas,  más ligero se convierte el proceso y el desenlace llega más rápido.

2- Mi primera y última palabra del día es GRACIAS.

3- ¨Todo pasa, nada es eterno¨. Estas palabras me las tatué en mi mente .

4- Las malas noticias deben ser agradecidas porque con el tiempo se convierten en algo positivo.

5- No tenerle miedo a la muerte. Muchas veces puede ser la única solución ante una determinada situación.

6- Si realmente quieres a alguien es necesario soltarlo, dejarlo ir, no aferrarse a nadie para que pueda emprender su propio viaje.

7- A propósito de viaje, comprendí que cada persona vive un proceso único e individual. Nadie lo puede cambiar  o intervenir para que no sienta dolor.

8- Vivir un día a la vez.

9- No tengo el control de nada. No soy quien para decidir por otro, cambiar la realidad, ni diseñar un plan perfecto para el futuro.

10- El yoga es maravilloso y a pesar que siento que voy a morir cada vez que hago una práctica me recuerda el punto número 9: no tengo el control de nada.

11- Ser menos rígida, estructurada y dura conmigo misma y con mi entorno cercano.

12- La risa y el humor siempre pueden tener su espacio. Si en medio de un día oscuro eres capaz de reír, la claridad aparece mucho más rápido.

13- Dar sin esperar nada a cambio llena más el corazón que comprar 5 pares de zapatos nuevos.

14- Negarme a sentir odio aún frente a las más atroces injusticias.

15- Hablar menos, callar más y alejarme siempre que así lo sienta de personas o situaciones tóxicas.

16- Celebrar cada emoción que siento aún cuando esté confundida, esto también lo agradezco.

17-  Abrazarme a mi misma y decir mentalmente ¨Betty lo estás haciendo genial¨.

18- Desconfiar de toda persona que no le guste el aguacate.

19- Pararme derecha -aún en proceso-.

20- Respirar -en proceso de aprender a cómo hacerlo-.

21- Salir sin maquillaje.

22- El mejor momento es ahora.

23- Ver menos el reloj.

24- Hacer las cosas al momento sin postergarlas -aún en proceso-.

25- Conseguir mis propios espacios y respetar el de las personas cercanas.

26- Usar vestidos con zapatos deportivos.

27- ¡Para atrás ni de vaina! Lo único que retrocedo es un vídeo que me haga reír.

28- Mi empoderamiento femenino llega hasta cuando tengo que llevar el carro al taller.

29- Celebrar mis fracasos. Callar mis victorias.

30- Aprender a pedir las cosas.

31- Seguir mi intuición.

32- Dedicar a terceros solo palabras de amor y esperanza.

33-No opinar sobre lo que desconozco.

34- Ser egoísta, pensar más en mí.

35- Darme permiso para sentirme «bendecida y afortunada» por las personas que me rodean y los afectos que tengo regados por todo el mundo.

36- Confiar más en mi, en mis capacidades y conocimientos.

37- Reconocer que me perdí en algún momento y que solo yo puedo encontrarme de nuevo.

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