He recibo varios mensajes privados, la mayoría de ellos de personas muy molestas, preguntándome de manera angustiosa mi opinión acerca de las declaraciones que hiciera un eurodiputado de 74 años sobre la inteligencia de las mujeres.

Lo primero que he hecho es reírme y lo segundo también.

A ver.  Para comenzar no soy una inquisidora feminista que odia a todo aquel que habla mal  de las mujeres. Cada quien puede expresar lo que desea o sienta, claro está sería mejor hacerlo con respeto ¿cierto? pero en que se convertiría todo esto si arremetemos con inmenso odio -el mismo que criticamos-contra este político septuagenario y no dedicamos energía al verdadero problema: el mensaje.

Este diputado polaco, Janusz Korwin-Mikke, es conocido por ser sexista, racista y antisemita. Si existiera una nominación en los premios Oscar de ¨Mejor Villano Masculino¨, él sin duda alguna se llevaría la estatuilla. No solo ha dicho que ¨las mujeres deben ganar menos porque son más débiles y menos inteligentes¨, sino que cuenta con otras frases célebres como:  “Matar a millones de personas no era el objetivo de Hitler. Muéstreme una sola frase que pruebe que sabía acerca del exterminio de judíos” o esta otra “Existe la hipótesis de que las actitudes del hombre pasan a la mujer cuando el semen penetra el tejido”.

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Nota al margen: este hombre ha sido sancionado como diputado con multas y suspensiones por sus irrespetuosos discursos, así como también destituido de dirigir el Congreso de la Nueva Derecha en su país, al descubrírsele dos hijos fuera del matrimonio. Una doble moral para alguien tan ultraderechista como él.

Ahora bien, con la mano en el corazón pregúntense ¿a cuántos Janusk Korwin-Mikke conocen en la vida real? o peor aún ¿a cuántas mujeres han escuchado hablar como este euro diputado?

Estoy segura que si nos detenemos a pensar de manera fría y sin sentimentalismos tendríamos una lista de varios nombres: desde el jefe que abusa de su jerarquía para ofrecer intercambios, es decir sexo con las mujeres de la oficina a cambio de ascensos laborales; hasta la madre que le enseña a su hija de forma minuciosa cómo llevar una casa para atender al futuro marido, mientras que al hijo varón no se le inculca si quiera el hábito de lavar su plato al terminar de cenar.

Por eso no me horrorizo ante las declaraciones de este ultra derechista ¨conservador¨ que seguro ha de haber sacado cuentas y determinó que debe expulsar todo el veneno que lleva por dentro antes de cambiar de plano terrenal.

Me importa más el Korwin-Mikke que tengo como vecino, al que veo todos los días llevando a su hija al colegio, al que tiene como esposo mi mejor amiga o al que será mi próximo jefe.

Me preocupa aún más las mujeres que son manipuladas con este tipo de discursos a nombre de ¨causas justas¨ como la religión o más dantesco cuando se les hace creer que sus genitales deben ser mutilados, para no provocar a los hombres o sentir el pecado del placer.

Recuerdo una noche que estaba viendo el programa de entrevistas Camilo por CNN en español y el periodista le preguntaba al invitado, un hombre talentosísimo con las matemáticas que había participado en varias competencias numéricas -me disculpan que no recuerde el nombre-: ¨¿por qué la mayoría de los que participan son hombres, es que acaso las mujeres no pueden?¨a lo que el invitado responde ¨las mujeres pueden hacer todo lo que deseen. Creo que más que por un tema de poder es un tema de interés¨.

Esto me gustó y es el mensaje que quiero rescatar: el poder y el querer.

Todos podemos hacer lo que nos propongamos y decidir el camino que queremos recorrer.

No se trata de un tema de poder, inteligencia, fuerza o capacidad, se trata del interés que nos despierte hacer ciertas y determinadas cosas. Trabajemos cada día en blindar nuestra autoestima para que discursos como los de este ¨señor¨ no hagan mella en ninguno de nosotros.

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