Sé que muchas veces tomo posiciones muy firmes o apasionantes sobre un tema, pero créanme que cuando lo hago es porque he venido detallando y observando el caso en particular.
Quienes me conocen y me han leído saben que siempre hago referencia a Disney -específicamente a sus personajes de princesas- de forma sarcástica porque considero -posición personal- que marcan un estereotipo de mujer, con el que muchas niñas crecen, totalmente desacertado y desactualizado.
Pues bien, un reciente estudio realizado en la Universidad de Brigham Young (Utah- EEUU) demuestra sorprendentes hallazgos sobre la influencia que las princesas de Disney generan no solo en las niñas, sino en los niños también:
«Los investigadores observaron las tasas de interacción con las princesas de Disney en 198 niños y niñas de 5 y 6 años y encontraron que, en ambos, una mayor interacción con las princesas (a través de juguetes, productos y consumo mediático) en el transcurso de un año estaba asociada con un comportamiento estereotípico de género femenino exacerbado al final del estudio, incluso después de que los investigadores controlaron otras variables.
“No se trata solo de que a las niñas muy femeninas les gusten las princesas”, explicó Sarah Coyne, catedrática de vida familiar en la Universidad Brigham Young y autora principal del estudio, que se publicó en la revista especializada Child Development. “Logramos extraer por completo eso de la ecuación y observamos si en realidad hay un crecimiento a largo plazo” en los comportamientos femeninos estereotípicos en niños que interactúan mucho con princesas.
“Comprobamos que así es”, continuó, y que es además una asociación realmente “motivada” por los medios, “y no al revés”. Ese aumento en los comportamientos estereotípicos femeninos (como jugar sin hacer ruido, jugar a cocinar y limpiar y evitar riesgos, ensuciarse o intentar cosas nuevas), también se observó, si bien en un grado menor pero todavía significativo, en niños que tienen una interacción importante con las princesas de Disney.
(…) Sin embargo, en lo que respecta a los niños, Coyne y sus colegas encontraron que el aumento en el comportamiento estereotípico femenino significa algo totalmente distinto. Observaron que en las niñas, el aumento de estos comportamientos es “potencialmente problemático”, mientras que en los niños el aumento en la androginia que los comportamientos estereotípicamente femeninos reflejaba podía tener: “Beneficios para el desarrollo a lo largo de su vida”.
No sé ustedes pero estos resultados me dan un frío en la piel, en serio. Si bien es cierto que las niñas vemos la vida de forma más romántica y pintoresca, Disney viene a rematar el asunto con sus personajes. Es cierto que todo esto obedece a un grado de «coquetería» me dirán algunos pero ¿debe hacerse tan marcado? es mi pregunta.
Conozco niñas que han sido criadas al estilo de estos épicos personajes y en la adultez solo sienten frustración, decepción y odio hacia el mundo: el príncipe azul nunca llegó, ya no pueden ser llamadas princesas porque pasaron los 30 años y si no salen de sus camas a trabajar nadie las mantendrá.
Por otro lado está el lado masculino: los niños también son influenciados por este estereotipo «perfecto de vida», en menor escala claro está.
En serio, es momento que los padres reflexionen sobre estos estereotipos que les presentan a sus niñas. ¿Existen? Si. ¿Se los puede ocultar? No; pero lo que realmente pueden hacer es no darle mayor peso ni adoptarlo como un estilo de crianza: «las princesas no lloran, no dicen groserías, no gritan, no contradicen, no comen, no se mueven, no se levantan de sus asientos». ¡Por favor señores!
Siempre he sido partidaria de estimular a los niños -varones y hembras- con juegos que exploten la creatividad, la diversión y la libertad: pintar al aire libre, escalar en parques que demanden retos, dibujar sin reglas, armar piezas de lego sin distinción en que algunas son para ellos y otras para ellas.
Así como todos pedimos a gritos cuidar el medio ambiente, reciclar y no ensuciar las playas, de la misma manera debemos pedir para la tierra niños criados con la confianza que pueden ser lo que deseen en la vida, sin distinción de sexo, sin ideales irreales inoculados desde la infancia y ¿por qué no? con menos princesas de Disney.
El estudio lo encontré en una nota en The New York Times: http://www.nytimes.com/es/2016/07/05/las-princesas-de-disney-si-influyen-en-las-ninas-y-en-los-ninos-tambien/?smid=fb-share-es
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