Samantha Jones, uno de los personajes de la serie Sex and the city, "antimatrimonio Foto tomada de internet
Samantha Jones, uno de los personajes de la serie Sex and the city, «antimatrimonio Foto tomada de internet

Cada día tomo más conciencia que la sociedad se empeña en escribir «el guión» que toda mujer debe seguir en su proceso evolutivo. No me creen? A ver, juguemos un rato. Alguna vez han escuchado que le digan a un niño frases como: «cuando crezcas y te cases»; «el día de tu boda será el más feliz de tu vida» o «debes corregir ese comportamiento, porque cuando te cases seguro a tu esposa no le gustará».

Me atrevería a decir que NUNCA a un varón se le sueltan estas frases tan a la ligera como suele pasar en el caso de las niñas. Desde pequeñas pareciera que estuviéramos en un entrenamiento continuo cuando, desde nuestros padres hasta cualquier extraño, nos dicen cosas como: «debes prepararte y ser una mujer de bien para cuando te cases»; «debes aprender a cocinar para tener contento a tu marido»;  o la clásica que nunca falta: «el día de tu boda será el más feliz de tu vida y te verás como toda una princesa con tu vestido blanco y largo»

A ver señores, comprendan que no todas las mujeres sueñan con cansarse. Esto suele ser tan duro como cuando un pequeño descubre que el niño Jesús no existe. Pero sí! Es cierto! No todas las mujeres sueñan con ponerse un vestido blanco, llevar flores en la cabeza y lanzar el ramo. Ojo: respeto profundamente a quienes si lo desean desde que están en el kínder y cumplen su meta.

Foto tomada de internet
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Me he encontrado, en conversaciones,  comentarios tan nefastos como:  «la pobre no se ha casado», «pero qué raro que no se ha casado, será que le gustan las mujeres?» o la más despreciable de todas: «ya se le está pasando la edad, no debe ponerse exigente y aceptar al que se le presente, sino quedará sola para toda su vida». En este punto toco el botón de pánico en mi mente y entro en negación.

Por qué es tan difícil aceptar que el vestido de novia no viene en todas las tallas? No todas las mujeres se casan, es una realidad, bien sea porque no llegó ese «complemento perfecto» o porque sencillamente así lo decidieron. No son mujeres de otra categoría. No son amargadas porque no se casaron. No son «solteronas», sencillamente decidieron vivir una vida «distinta» a lo que socialmente es aceptado.

Ahora hagamos el ejercicio con todas aquellas «mujeres perfectas» que conocemos, que sí cumplieron su sueño, se vistieron de blanco y tuvieron la boda al estilo Disney: cuántas de éstas continúan casadas? cuántas son realmente felices? cuántas siguen «aguantando» al marido porque no les queda de otras -tienen todo lo material pero no lo afectivo-?. Por qué no se señalan igual que a las ‘solteronas’?

Samantha Jones, personaje de la serie Sex and the city. Foto tomada de internet
Samantha Jones, personaje de la serie Sex and the city. Foto tomada de internet

El día que la sociedad entienda que cada mujer nace para llevar el estilo de vida que la haga feliz, sin ser señalada por no «hacer lo que se supone que toda niña debe hacer al crecer», ese día la humanidad habrá avanzado un poquito más y será igual de significativo como cuando el hombre llegó a la luna. Si hacemos esto dejaremos de escuchar afirmaciones como: «sé que no es el hombre ideal, pero prefiero casarme y luego pasar a ser divorciada, a no hacerlo nunca y que me llamen solterona»; esto fue una confesión real de una novia que escuché días previo a su boda, ya se imaginarán cuál es el estado civil que ostenta en su cédula de identidad: DIVORCIADA.

El mismo respeto va para todas las que vivimos en pareja sin habernos casado y muchas veces recibimos miradas como «pobrecita el tipo no le ha pedido matrimonio y ella seguro quiere hacer su boda por la iglesia». No señores! No somos fenómenos de circo, ni mucho menos pecadoras. Simplemente nos sentimos felices llevando una relación de pareja así, sin trámites legales ni eclesiásticos. El verdadero compromiso no se trata en llevar un anillo de brillante carísimo  en el dedo anular ni en la capitulación de bienes; el verdadero compromiso está en el amor y respeto que le demuestres  a tu pareja y lo recibas de vuelta.

Así de simple!

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