Campaña I'm no Angel de la marca Lane Bryant
Campaña I’m no Angel de la marca Lane Bryant

Advertencia: la siguiente publicación recrea dramas, escenas y rollos en la mayoría de las veces femeninos. Se recomienda discreción por parte de los lectores y la disposición de mandar al car@#* las presiones sociales a partir de hoy.

Si le dedicáramos un poco de atención a las conversaciones femeninas y a la manera en que muchas veces solemos expresarnos de nosotras mismas, nos daríamos cuenta que somos seres totalmente crueles y despiadados con nuestra naturaleza humana.

Las reuniones sociales se han vuelto una especia de encuentros al mejor estilo de Alcohólicos Anónimos (con el debido respeto), para presentar todo lo que consideramos nuestros defectos: «Hola, me llamo Betty Hernández, estoy por cumplir 35 años y tengo celulitis», al tiempo que el resto del grupo se siente identificado y expresa sentimientos de lastima y resignación al escuchar la frase.

Pareciera que nos encontramos en una constante situación de resaltar lo que nos parece negativo de nosotras mismas, en una sociedad tan agresiva como la venezolana donde el ser mujer viene asociado con una lista de estándares que hay que cumplir y de no hacerlo, acto seguido viene una lista de prohibiciones a las que se debe plegar y tatuar en la sangre como un documento inolvidable.

La pregunta es: de quién es realmente la culpa? De la sociedad o de nosotras mismas que nos dejamos inocular cualquier cantidad de supuestos que nos hacen perder la vida?

Para hacerlo un poco más claro y si de verdad alguna de las que está leyendo este post piensa que nada de esto va con ella, escenificaré simples oraciones o conversaciones diarias y ustedes me dirán:

-» Chama quiero comprarme un pantalón blanco pero tengo demasiada celulitis».

–  «Regalé todas mis blusas sin mangas porque tengo los brazos muy gordos».

–  «El calor no es normal, pero no uso bermudas porque tengo las piernas horribles»

Escena 1

– Persona X: Guao que bien te ves hoy!!

– Mujer 1: Tú crees? pero si estoy que ruedo! Tengo 3 kilos de más.

Escena 2

– Persona Z: Ese color te queda bellísimo!!!

– Mujer 2: En serio? Yo siento que se me ven todos los huecos de la celulitis.

Y así se nos va la vida, auto flagelándonos por lo que NO SOMOS. Lo más triste también es escuchar las auto descripciones o las introducciones que podemos hacer:

– «Voy a cumplir 30 y mi cuerpo está horrible, siento que los años me están pegando muy mal y si sigo así tendré que empezar a ahorrar para operarme».

– «Tengo una amiga que es súper pana (amigable), te la voy a presentar, eso sí es gordita, pero tiene la cara linda, quizás si adelgazara sería tremendo ‘mujeron».

Se trata de un empeño constante de no ver el vaso medio lleno sino medio vacío, de no tener una sola atención, palabra o admiración por nuestro cuerpo y dejarnos arrastrar por un torbellino social tan devorador y atroz  como un cáncer en fase terminal.

Lo paradójico de todo esto es cuando una valiente se atreve a romper las cadenas de los estándares sociales y decide disfrutar en caída libre de la vida con todo lo que eso incluye: talla de pantalón, índice de masa muscular y el número que refleja la báscula,  para nosotras esta tipa está loca pues «como se le ocurre usar un bikini si dio a luz y le salieron estrías en la barriga».

Pero volvemos a la pregunta inicial solo que un poco más reflexiva: Quién está mal? La mujer que se «atreve» a usar un traje de baño de dos piezas y pasársela en grande en la playa? o quiénes la critican que descargan toda su frustración con algo que es sencillamente normal  y viven bajo la sombra de lo que otros han decidido por ellas?

Hagamos un ejercicio: antes de verte la celulitis concéntrate en que tu sonrisa es maravillosa, antes de pellizcar «los cauchitos» de la barriga fíjate en que lindo son tus ojos. Sustituye lo negativo por lo positivo y si hay algo que quieres cambiar de tu cuerpo pues trabaja duro en ello y listo, por ti misma, no porque alguien te lo dijo o te quieres parecer a otra persona, hazlo solo y para ti y en cuestión de segundos tendrás frente al espejo a la mujer más interesante del planeta.

Quiero terminar dejándoles una campaña maravillosa que se hizo viral en muy poco tiempo de la marca Lane Bryant:  «I’m no angel»,  que  rompe un poco los estereotipos con los que hasta ahora hemos estado  familiarizados, para aceptarnos y amarnos tal y como somos, porque no se trata de ser perfecta, se trata solo de ser mujer.

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